Para seleccionar los planetas más prometedores entre los más de 3.000 planetas ya descubiertos fuera del Sistema Solar, hay que desarrollar métricas, es decir, medidas que nos ayuden a ordenar los planetas en función de su interés astrobiológico, para, de esa manera, identificar aquellos que merecen estudios adicionales.
Y ahí chocamos estruendosamente contra nuestra escandalosa ignorancia, nuestro clamoroso desconocimiento. Conocemos un planeta con vida (la Tierra) y, a partir de este ejemplo insignificante, pretendemos analizar la habitabilidad de la totalidad de la Galaxia… la verdad es que somos realmente atrevidos.
Decimos que buscamos la vida tal como la conocemos, como el sabio griego Protágoras de Abdera que aseguraba que “El hombre es la medida de todas las cosas”. Pues no, en este caso no. En este caso, no somos sino un minúsculo grano de arena en el océano cósmico, no deberíamos ser una referencia.
Os lo recuerdo, no sabemos cómo nació la vida en la Tierra, si es que nació en la Tierra. No sabemos cómo la vida prospera y se extiende en la Galaxia, si es que fuera de la Tierra hay vida en la Galaxia. Desconocemos tantas cosas...
Sin embargo, las métricas, que tan necesarias son, tienen un peligro. Y es que nos producen la sensación equivocada de que sabemos medir con precisión la habitabilidad de un planeta. Nos hacen vivir la ficción de que sabemos más de lo que sabemos realmente.
Estos son los planetas cuyas atmósferas entendemos más o menos gracias a los modelos actuales. Pensemos que fuera del Sistema Solar no hay garantías de nada. (Fuente: Wikipedia) |
Reconozcámoslo: las métricas de habitabilidad son una tosca aproximación, un dato a interpretar de forma genérica. A menudo parámetros construidos con modelos desarrollados con los efectos que son habituales es la Tierra, Marte y Venus… pero pensemos por un momento, que estos modelos no han sido probados en las condiciones de otras estrellas. El trabajo teórico, no obstante, es continuo y se identifican algunos efectos nuevos, relevantes en otros sistemas planetarios, como es el de los rotadores lentos, que podrían ser habituales en las enanas rojas. Sin embargo, ningún planeta ha sido observado detalladamente en estas estrellas, simplemente se intenta adivinar qué efectos son los que predominan. Podría ocurrir, por ejemplo, que la vida fuera imposible es estas enanas rojas, realmente no lo sabemos.
Vamos a hablar de lo que sí sabemos. Cuando se empezaron a observar las primeras atmósferas de los planetas del tipo Júpiter se cayó en la cuenta de que los modelos desarrollados a partir de la observación de Júpiter y Saturno en el Sistema Solar... NO FUNCIONAN BIEN. Me refiero al radio de los llamados planetas del tipo Júpiter Inflado. Sigamos a Leconte en 2009 cuando estudiaba los primeros resultados de Corot:
"Una fracción significativa de los planetas con tránsitos muestran un radio anormalmente grande comparado con las predicciones de los modelos irradiados estándar. No en vano dos objetos de la muestra de Corot pertenecen a esta categoría: Corot-Exo-1b y 2b. (...) Solamente el efecto de la irradiación de la estrella NO permite replicar el radio observado de estos objetos fuertemente inflados. Estas observaciones ponen de manifiesto la existencia de un mecanismo ausente en los modelos, que ralentiza el enfriamiento y la contracción del planeta."
Los puntos rojos son planetas "Júpiter Inflados". No son coherentes con los modelos (curva azul) basados en una atmósfera de hidrógeno (Fuente: Fulton, 2015) |
Esperemos lo inesperado cuando analicemos las primeras atmósferas de los planetas terrestres, como ya hubo sorpresas con los gigantes gaseosos. Y la vida es un fenómenos bien complejo, más que la atmósfera de un Júpiter Inflado.
Las métricas son el reflejo de nuestro estado tecnológico. Están basadas en lo que, por ahora, podemos medir (ubicación, masa, radio,...). Pero a la vez, nuestras medidas son, sobre todo, una declaración de intenciones, un ejerciciode voluntad. Son puro atrevimiento y osadía. Queremos medir, nada más y nada menos, que la posibilidad de vida en un planeta...
Es por eso que, cuando algún analista asegura de forma categórica que la vida en un planeta es improbable, o bien que es muy probable; o hay una encendida disputa porque un planeta está fuera de la Zona Habitable por una décima de UA... no puedo por menos que entristecerme. Algunos planetas nos fascinan, nos apasionan, pero realmente no sabemos qué hay allí.
En el futuro, cuando sepamos más, quizá consigamos construir métricas precisas.
Este es el artículo en el que Leconte, al analizar la muestra de planetas detectados por Corot, encontraba planetas del tipo Júpiter Inflado, que los modelos estándar no consiguen explicar.
http://arxiv.org/abs/0907.2669
El descubrimiento de Fulton de KELT-8 b, un gigante gaseosos fuertemente inflado.
http://arxiv.org/abs/1505.06738
El descubrimiento de Fulton de KELT-8 b, un gigante gaseosos fuertemente inflado.
http://arxiv.org/abs/1505.06738
Es verdad, la medicion que tomamos para saber si hay vida o no, son muy limitados ante el vasto universo, ante las complejicimas fuerzas del cosmos, ya que hay fenomenos unicos en el espacio, que nunca se ha dado en la tierra, por lo tanto aun no sabemos en realidad si estamos solos o no en este sistema solar. buen articulo.
ResponderEliminarPensemos además que la arquitectura del Sistema Solar no puede decirse que sea típica. Quiero decir que los sistemas planetarios de otras estrellas no suelen ser como el nuestro. En este sentido, extrapolar lo que ocurre aquí a otros sistemas, puede implicar errores "de bulto".
ResponderEliminarAlgún día tendremos mejores modelos.