viernes, 1 de julio de 2016

KIC 8462852, el mayor enigma de la Galaxia.

Hoy escribimos sobre un objeto realmente misterioso.

El telescopio Kepler, ese incansable buscador de planetas, ha estudiado más de 100.000 estrellas. En algunas ha encontrado exoplanetas, unos 2.000 se han confirmado ya. Sin embargo, en una, solo una de esas estrellas se ha detectado algo inusual, mucho más inusual que la detección de un planeta, porque es un caso entre más de 100.000...


La explicación más plausible parece ser grupos de cometas en órbitas altamente excéntricas. No obstante, el escenario tiene detractores. (Fuente: NASA/JPL) 


Como sabemos Kepler busca planetas identificando tránsitos, que producen una pequeña reducción de la luz visible de la estrella. La estrella KIC 8462852 arrojaba una curva fotométrica razonablemente estable, sin embargo, durante algunos periodos se produjeron disminuciones de corta duración incluyendo caídas enormente drásticas de luz de la estrella.

En uno de los eventos (D800) la luz de la estrella es oscurecida en un 16%. Esto quiere decir que el objeto que se interpone entre nosotros y la estrella, si fuera esférico, tendría un 40% (40% x 40% = 16%) del radio de la estrella, y eso que la estrella es del tipo F, más grande que el Sol. Pues bien, en un evento posterior (D1500) la reducción es incluso mayor, del 21%. Comparando, el paso de un planeta del tipo Júpiter supone una disminución del 1%, y si fuera del tamaño de la Tierra del 0,008%. Hum, estos dos eventos D800 y D1500 no eran planetas, no.


El monstruoso evento D800. La luz que nos llega de la estrella se reduce en un 15%. (Fuente: Tabby, 2015)
Tenía que haber por consiguiente objetos muy extensos, más o menos opacos, orbitando en torno a esa estrella. No parecía un defecto del magnífico telescopio Kepler, tampoco parecía un producto de la propia estrella, a todas luces una estrella más bien normal, estable, del tipo F.

Uno de los posibles escenarios está formado por nubes de polvo producidas por la colisión entre planetesimales dentro de un anillo de asteroides. Este polvo emite en el infrarrojo con una intensidad que podría ser observada. Sin embargo, las observaciones iniciales realizadas con WISE no habían detectado nada.


El aún más monstruoso evento D1500 (Fuente: Tabby, 2015)
Otro escenario consiste en una única colisión muy violenta, quizá similar a la que dio lugar a la formación de nuestra Luna. También este fenómeno emite en el infrarrojo, pero se estima que la colisión se produjo después de las observaciones WISE, pero antes del evento D800. D1500 se interpreta como el paso de los resultados de la colisión una órbita después, implicando una órbita de 750 días y 1,6 UA. Observaciones posteriores con el Telescopio Espacial Spitzer con el que no se detectó el exceso de infrarrojo esperado, terminaron por descartar esta idea.


El escenario de una gran colisión ha sido descartado porque requeriría un exceso de la estrella en el infrarrojo (Fuente: NASA/JPL)

Finalmente, el escenario favorito parecía ser un grupo de cometas en órbita altamente excéntrica, como los ya conocidos en Beta Pictoris. Simplemente estos cometas y su cola oscurecerían la estrella al pasar por delante de ella. Además, alguno de ellos podría haber sido despedazado por el estrés térmico que supone el paso cercano a la estrella, oscureciendo aún más la estrella. Estudios posteriores mostraron que para que los eventos detectados pudieran explicarse con cometas se necesitaban algo así como ¡70 cometas de más de 100 km!. El sistema parecía estar pasando por una etapa similar a la del Bombardeo Masivo Tardío que sufrió nuestra Tierra durante su juventud. Tras este estudio muchos consideraron esta explicación basada en cometas como poco convincente.

Por supuesto, no han faltado los que hablan de megaconstrucciones alienígenas, esferas dysonianas y cosas por el estilo. Esta sugerencia tiene su origen en el concepto original de las “Esferas de Dyson”, descrita por Dyson en 1960, en la cual una civilización superavanzada podía sacar el máximo provecho de su Sol construyendo estructuras gigantescas en órbita...


Este es el escenario propuesto por el astrónomo Jason T. Wright (@Astro_Wright). Por cierto, la estrella está muy lejos, a más de 1.000 años luz. (Fuente: Wikipedia.org)


Ya hemos vivido situaciones como esta. Lo sabéis todos, en los años 60 se descubrió el primer pulsar y fue una sorpresa comprobar que había un objeto que emitía pulsos de radio con una regularidad enormemente precisa. Aquello impresionó mucho, de hecho, se llegó a considerar que su origen podía ser artificial. Hoy sabemos que son uno de los resultados naturales de la evolución y decadencia de estrellas muy grandes, pero sus descubridores, Bell y Hewish,  entonces no eran conscientes de ello y, un poco en broma, no dudaron en denominar inicialmente al objeto como LGM-1 (de “Little Green Men”, Hombrecillos Verdes). Luego le darían el premio Nobel a Hewish.

Es inevitable además que en sustitución del aburrido nombre KIC 8462852 hayan propuesto apodos de lo más variado, como la estrella de Tabby o WTF 001. WTF puede significar "Where is The Flux?" (¿Dónde está el flujo?), pero es también una expresión inglesa que, siendo suave, podría traducirse como "¿Qué Diablos?”.

Durante este año 2016 se ha producido una disputa de lo más interesante. Al parecer Schaefer de la Universidad de Louisiana ha realizado un curioso anuncio: considera que la estrella ha ido inexplicablemente reduciendo su luminosidad de forma paulatina durante el último siglo. Si esta reducción fuera debido al paso de cometas se necesitarían más de 500.000 (¡parecen ya muchos!). Más bien pareciera que el fenómeno que oscurece la estrella, en vez de ser violento, es un proceso continuo... El tema no está ni mucho menos claro y no ha podido ser confirmado por otros autores. Actualmente, el asunto es objeto de un debate muy animado.

Lo último es que ha habido una campaña de crowdfunding para financiar un telescopio dedicado en exclusiva a estudiar la estrella durante un año.

¡Algún día sabremos qué está pasando en esta estrella!




2015. Tabetha (Tabby) Boyajian anuncia el descubrimiento de KIC 8462852 (la estrella de Tabby) una estrella que muestra inusuales fluctuaciones en los datos de Kepler. Tabby propone escenarios que expliquen el fenómeno observado: polvo de colisiones entre planetesimales, una gran colisión planetaria y grupo de cometas.

2015. Jason T. Wright explica que el fenómeno presenciado pueden ser megaestructuras artificiales construidas por una avanzada civilización.

2015. Marengo realiza observaciones con el potente telescopio espacial Spitzer, sin detectar ningún exceso en el infrarrojo. Solo el escenario cometario parece plausible.

2015. Bodman y Quillen muestran que los eventos pueden ser explicados con grupos de cometas pero que para ellos son necesarios muchos, de hecho, proponen un Bombardeo Masivo y Tardío.

2015. Lisse et al. estudian la estrella en el infrarrojo cercano sin resultados. Solo el escenario cometario encaja con sus observaciones.

2015. Observación de Thomson en ondas milimétricas y submilimétricas que no detectan nada anómalo.

2016. Schaefer anuncia que la estrella ha ido disminuyendo su luminosidad durante los últimos 100 años. Esto sí que ha sorprendido a todo el mundo.

2016. Hippke niega que la estrella esté variando.

2016. Schaefer responde inmediatamente en Centauri Dreams mostrando las imprecisiones del estudio de Hipkke.

2016. Hippke responde en Centauri Dreams en mayo reconociendo algunos errores, aunque considera que sigue teniendo razón. Hum!

2016. Lund et al. tampoco consideran que la estrella varíe su luminosidad.

2016. A los pocos días Schaefer vuelve a la carga, mostrando en Centauri Dreams presuntos errores en Lund y Hippke. 

Y así andan. Espero que en unos meses se pongan de acuerdo.



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